Libertad Religiosa: Reviviendo un valioso principio Bautista

Libertad Religiosa: Reviviendo un valioso principio Bautista
Zach Roberts

Que cada [persona] pueda expresarse libremente sin temor, manteniendo los principios que creen, llevar su culto de acuerdo a [su] propia fe, ya sea un solo Dios, tres dioses, ningún Dios, o veinte Dioses; y que el gobierno [los] proteja al hacerlo.

John Leland

John Leland es uno de los muchos antepasados Bautistas que traza mi linaje religioso. Es esa una declaración bastante radical  que sale de labios de un Bautista incluso hoy en día. Y sin embargo, es tan pertinente hoy como lo era cuando el hermano Leland luchaba por nuestra libertad de cultos y se reunía en las colonias sureñas [de Estados Unidos].

Hoy la voz Bautista de la libertad religiosa carece del alcance de sus progenitores. Hoy en día, Leland sería acusado de comprometer los principios cristianos no negociables con una declaración como la mencionada anteriormente. Este tipo de acusación no reconoce que podemos hacer espacio para los demás sin dejar de aferrarnos a lo que nos hace quienes somos. La misma lógica que acusa a Dios de comprometer su propio carácter de Dios por el amor a alcanzar a una humanidad pecadora. El «sí» de amor y de gracia de parte de Dios, vino mientras éramos enemigos/as y pecadores/as.

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Las voces Bautistas son también débiles cuando intentan lograr una unidad ecuménica reduciendo a cada quien a las cosas que se tienen en común. Esto no lleva a darse cuenta de la forma en que somos verdaderamente diversos y únicos. Esto reduce a las personas a lo agradable que puedan tener y, en última instancia las rechaza como personas de diferente fe.

La verdad es que no tenemos que renunciar a nada. Lo que se requiere, sin embargo, es una capacidad de mantener esas cosas con una mano abierta. Probablemente haya oído hablar de esto como el enfoque de la «mano abierta». He utilizado esta metáfora con estudiantes universitarios durante años. Cuando rematamos nuestros puños en torno a nuestra religión, nos acercamos a las otras religiones con puños, listo para pelear. Cuando nos acercamos a otros/as con la mano abierta, estamos en condiciones de recibir de ellos/as, y ellos/as de nosotros/as.

La primera pregunta siempre será: «¿Y si todavía tienen los puños amarrados?» Aquí traería a colación Marcos 14, 64-65, donde Jesús es «golpeado a puños limpios» por algunos sacerdotes en el Sanedrín. Si su Dios puede ser golpeado, entonces usted puede serlo también.

Nuestro problema es que en América «ganar lo es todo.» Ese espíritu ha infectado a la religión cristiana y la ha llevado al fundamentalismo que tergiversa a Jesús y sus enseñanzas. Básicamente, el cristianismo es para perdedores. Jesús perdió según las normas de su época. Agitó una revolución y fue llevado a la muerte como un hereje y un terrorista. Como seguidores/as suyos/as que somos, sabemos que ganó, pero lo hizo de acuerdo con criterios totalmente diferentes. Ganó por perder en los juegos de poder de este mundo.

Hoy en día, muchos/as cristianos/as/, y muchos/as bautistas quieren ganar en los juegos de poder que se llevan a cabo en este mundo. Sin embargo, para ser como Jesús, tenemos que estar dispuestos a perder en esos juegos de poder. Esto significa que en lugar de luchar por el poder absoluto de nuestra fe en el reino de la libertad religiosa, debemos, tal como hizo nuestro antepasado John Leland, luchar por la libertad de todos los credos, y estar dispuestos/as a ser golpeados/as a puños limpios. No existe libertad religiosa para nadie a menos que esta sea para todos/as, y no existe libertad religiosa para todos/as si los grupos religiosos están avocados a ganar hasta la muerte de acuerdo a las normas del poder mundano.


Zach Roberts es candidato a Doctor en Ministerio, Evangelio y Cultura por el Columbia Theological Seminary, y Pastor Asociado de Educación de la Ridge Road Baptist Church, en Raleigh, North Carolina.

Traducido por Natanael Disla con permiso del autor.

3 comentarios en “Libertad Religiosa: Reviviendo un valioso principio Bautista

  1. Como me ha gustado!
    Muchas gracias por la traducción.
    Cuanta razón
    «Básicamente, el cristianismo es para perdedores. Jesús perdió según las normas de su época. Agitó una revolución y fue llevado a la muerte como un hereje y un terrorista. Como seguidores/as suyos/as que somos, sabemos que ganó, pero lo hizo de acuerdo con criterios totalmente diferentes. Ganó por perder en los juegos de poder de este mundo.»
    Un abrazo fraterno

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